"Hace ya unos años cuando me propusieron ir a la Vuelta a España como médico. Puse como condición la visita diaria a los diferentes equipos para examinar diariamente los valores analíticos de los ciclistas a medida que se desarrollaban las etapas. Me contestaron que no. Que la UCI no lo permitía. Ahora parece ser que sí, que la misma UCI lleva a cabo esos controles. Elemental. Cuando se inicia una carrera ciclista de tres semanas de duración, lo normal es que la hemoglobina vaya disminuyendo de forma paulatina debido a la destrucción que se produce de los hematíes por el esfuerzo realizado.
En el Giro, Lance Armstrong comenzó con unos valores de hematocrito de 43,5 y terminó con 38,2. Completamente normal, si bien a niveles relativamente bajos para su categoría. En cambio, en el Tour, comenzó con 42,8, hacia la mitad de carrera oscilaba entre 40 y 43, para terminar con valores de 43. Totalmente ilógico y anormal. Como especialista en medicina del deporte, no conozco ningún método legal que nos permita mantener a un deportista con un nivel de hemoglobina más alto al final de la competición que al principio. Está visto que, para comprender el caso de Armstrong, tenemos que volver a la Facultad de Medicina."
3 comentarios:
Siempre se ha desctacado el caso de Armstrong como un unico caso de atleta que posee niveles fisiologicos especiales, pero este si se quiere sumar a los antecedentes, pasa por la delgada linea entre los maravilloso y sospechoso....
Saludos
Hola Miguel Angel.
La verdad que huele a chamusquina... y creo que no es mi viejo ordenador...
Un abrazo.
Realmente, algo de sospechoso hay...No se puede negar la evidencia. Como dice en el artículo el doctor González, sería el primer deportista que tras un prueba de larga resistencia terminaría con una concentración de globulos rojos mayor que al inicio. Ummmmmm.....
Saludos a los dos!
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