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sábado, 19 de diciembre de 2015

Maratón CEC-Collserola (42kms y 2000m d+)

El pasado 13 de diciembre participé en la 25ª edición de la Cursa CEC-Collserola, la más antigua de Cataluña y que para esta edición incorporaba la distancia maratón, a parte de las otras dos pruebas (13 kms y 21 kms).

La ocasión marcaba una buena oportunidad para comprobar cómo iba asimilando la pretemporada después del parón que hice durante el mes de octubre para recuperar bien la lesión que sufrí en septiembre en la Ultratrail de Tarragona (edema óseo en el peroné).

La semana precompetición se presentaba bien, y con sensaciones de poder disfrutar del recorrido, que es por el que suelo entrenar en Collserola, y, por qué no, luchar por puestos de podio. Pero una inoportuna indisposición gástrica el sábado, el día anterior a la carrera, hizo que pasara una noche horrible dando incontables viajes al baño. El hecho de ser un poco cabezota, de no querer desistir de mis objetivos, y de que también ya había quedado con Pau Capell, amigo y compañero de equipo en el EmpowerbyXalenx , hicieron que tomara la salida al día siguiente pero con el estómago en modo centrifugadora…

Una última visita a uno de esos lavabos portátiles a los que has de entrar con mascarilla antigás me sirvió para liberarme un poco justo antes de la salida.


A las 7:30am, y con los frontales encendidos, se dio el disparo de salida a unos 150 participantes, desde la Escola Sant Gregori (Sant Gervasi), que salimos ya encarando una primera subida de tierra hacia la Carretera de les Aigües, por donde transcurrirían los primeros kilómetros.

Formamos un sexteto de cabeza, abriendo ya un claro hueco con el resto de corredores, y nos vamos aproximando a Sant Pere Màrtir, con una primera subida en la que nos estiramos y marchamos más destacados Alejandro Martínez (vencedor final de la prueba) y yo.

Coronamos la antena de Sant Pere Màrtir y tras la bajada técnica hacia la Carretera de les Aigües llegamos a la Plaça Mireia (km 7’5), con Alejandro escapado por delante de mí unos segundos. Allí me esperaba Pau para acompañarme gran parte del recorrido restante. Avituallamiento rápido y continuamos el descenso en dirección hacia el poblado ibérico de la Penya del Moro. Hasta entonces la barriga me respetaba y simplemente tenía una leve molestia que no me dejaba correr todo lo suelto que quería.

Fue a partir del km 10 cuando ya estas molestias se acentuaron y empecé de nuevo a acumular gases en el estómago, con dolor sobretodo en las bajadas, al aumentar el impacto de la pisada. En el segundo avituallamiento (km 13), en la zona de la Salut, ya no pudé ingerir adecuadamente plátanos ni fruta como me gustaría, y a partir de ahí empezó una pequeña debacle.
El ritmo no era nada malo, pero las sensaciones sí. Pau continuaba marcando un ritmo para que no me relajara ni me dejara ir, aunque la cabeza y el cuerpo me pedían parar. Por detrás llevábamos un pequeño margen de unos cuantos minutos al 3er clasificado.

Una primera “parada técnica” para “aligerarme” y continuo con aires renovados mi andadura….

Tras pasar por el pie de Santa Creud’Olorda y enlazar unos kilómetros con toboganes, afrontamos la subida a la Ferrera, que marcaba justo el ecuador de la prueba, y es allí donde me veo superado por el corredor que tenía detrás. Paso a ocupar la 3ª posición pero ya me voy notando más débil, sin tanta fuerza en las piernas, debido a que no había ido hidratándome correctamente y mucho menos comer lo necesario.

Antes de llegar al tercer avituallamiento, ubicado en el km 24, y tras una larga y pedregosa bajada tras coronar la Ferrera, vuelvo  a hacer una nueva "parada técnica", que me sirve otra vez para correr algo más suelto pero sin olvidarme de que lo estaba pasando físicamente mal.

A continuación, desde el km 24 y hasta el 27, una fuerte subida hasta llegar al Coll de les Torres, venciendo un desnivel positivo de más de 250m.
A pocos minutos de llegar al Coll de Montcada, sobre el km 30, me veo superado por otro corredor, Gonzalo Pedroche, relegándome así a la cuarta posición. En esos instantes estoy pasando momentos críticos, ya que debo caminar bastante en las subidas, noto que me faltan fuerzas pero no ganas.

En la explanada del Coll de Montcada pido un Omeprazol a los sanitarios de la Cruz Roja y me lo tomo, justo antes de iniciar la subida hacia el Turó de Can Pascual (km 34), la penúltima subida fuerte del recorrido.
En unos 15' noto algo el efecto del protector gástrico y puedo seguir corriendo sin tantas molestias, pero parece que ya es demasiado tarde para recuperar posiciones, y más sin ir sobrado de energía, ya que no me había podido alimentar bien. Aún así nunca hay que tirar la toalla!

Coronado el Turó de Can Pascual, tras 2 kms de pronunciada y técnica bajada, me dirijo hacia el cuarto y último avituallamiento (km 36), en Santa María de Vallvidriera, en donde me hidrato bien, como unas onzas de chocolate, el jugo de unas naranjas y un plátano. Pau sigue por delante mío tirando de esa cuerda imaginaria para que no levantara en exceso el pie del acelerador. Quedaban 3 kms de subida (250m d+) hasta coronar el Coll de la Vinassa (km 39), justo al lado del Tibidabo. A mitad de esta última subida del recorrido, me adelanta otro participante (Víctor Tudela), con lo que en esos momentos ocupo la 5ª posición,que ya no perdería hasta la línea de meta.

Un descenso final muy rápido, y en el que sorprendentemente empiezo a encontrar buenas sensaciones (a buenas horas...!!!), recortando incluso la distancia abierta por los corredores que tenía delante, hacen que disfrute un poco los últimos metros de la carrera, cruzando la línea de llegada en 3h56'24'' (a tan solo 4' del podio).

De esta carrera me llevo la sensación de haber luchado hasta el final, cuando lo más fácil hubiera sido abandonar. Una carrera que ha puesto a prueba un poco mi resistencia psicológica (a pesar de ser "corta"), por el hecho de correr en condiciones desfavorables desde el principio. De todas las experiencias se extrae algo positivo!

Felicitar a la organización y a los voluntarios, por hacer un buen trabajo y marcar un duro y exigente track por Collserola a lo largo de los 42kms.
Por supuesto, gracias también a Pau por hacerme que me exigiera un poco más y no tirara la toalla.

El 2016 se acerca... y con él la nueva temporada!!

CLASIFICACIONES