Tocando el cielo

Hay salidas en bici en las que uno disfruta, pero luego hay otro tipo de salidas en las que aparte de disfrutar sobre las dos ruedas te da la sensación de que alcanzas el éxtasis. Hoy ha sido una de estas.
Sin apenas presiones de tiempo, objetivos importantes, ritmos de entrenamiento...he quedado con Gerard y Gonzalo y hemos completado una vertiginosa ruta  (digo lo de vertiginosa porque más que rodar parecía que escaláramos) comenzando por las Costas del Garraf, pasando por Sitges y dando la vuelta en Sant Pere, para deshacer el camino y meter un par de "tachuelas" por medio.

La primera ha sido la subida a la Ermitat de la Santísima Trinidad. Algo más de un kilómetro de subida con rampas de hasta el 18% en donde salvas un desnivel de casi 200 metros! Una vez arriba de la ermita, hacemos las fotos de rigor, rellenamos bidones e iniciamos el corto pero peligroso descenso debido al mal estado del pavimento.

La Santísima Trinidad (Por orden: Gonza, yo y Gerard) a las puertas de la ermita

Gerard y Gonzalo. Espectaculares vistas desde arriba de la ermita

La segunda "tachuela", y como postre, ha sido mi ya familiar Rat Penat (que lo he subido tres veces en estas últimas tres semanas). Esta vez lo hemos ascendido hasta la mitad, unos 3 kilómetros, pasando las rampas más duras (de hasta el 23% en el Puig del Martell) y dándonos la vuelta en la perrera. 

Gonzalo se merece una mención especial, ya que apenas lleva una temporada entrenando en bici y hoy ha superado como un auténtico jabato las endiabladas rampas que se le presentaban por delante.

A mitad del Rat Penat, antes de iniciar el descenso

En definitiva, una salida en la que hemos disfrutado como niños, recorriendo un total de 62 kms con un desnivel acumulado de 1200 metros.

Por ahora, descanso de bici durante unas dos semanas, el tiempo que estaremos de vacaciones Raquel y yo. Un periodo de "desintoxicación deportiva" que me va a venir de perlas.

Nos vemos a la vuelta!!!