
Esta ganancia de peso, que me ha dejado considerablemente lastrado como pude comprobar en el entreno de running que hice ayer domingo de 10 kms, ha sido fruto de las comilonas que Raquel y yo nos hemos zampado con el buen marisco y las buenas carnes que nos han ofrecido allí por donde hemos ido en Cantabria, País Vasco y Galícia.
Hoy lunes, día de reincorporación "oficial", ya llevo un buen madrugón para dar la clase de las 7:30 de spinning, después nadar unos sencillos 500 m crol en la piscina y a la tarde otra sesión más de spinning.
Si una cosa me ha quedado clara del entreno de ayer de running es que estoy algo lejos de un buen estado de forma para competir, que por otra parte espero recuperarlo pronto. Así que el Olímpico B de Banyoles tendrá que esperar al año que viene, ya que no me quiero autoimmolar sobretodo en los 20 kms de carrera finales.
En donde si participaré (todavía estoy pendiente de inscribirme) es en el Olímpico de Barcelona del 18 de octubre y en la Behobia-San Sebastián del 8 de noviembre.
Manos a la obra!!!