Bajo techo

Ante la ausencia de entrenamientos de carrera a pie durante una temporada, no me queda otra que entrenar bajo techo y acumular horas sobre la bici de spinning, también sobre la Keiser M3 y en la elíptica, además de algunos minutillos de running en la cinta, minimizando así el impacto articular. Por supuesto, el entrenamiento muscular tampoco lo olvido.


En los casos en los que se entrena entre cuatro paredes es muy importante la hidratación (si es con bebidas isotónicas mucho mejor) ya que al no tener la ventilación que nos proporciona el entrenamiento al aire libre, el cuerpo aumenta mucho más fácilmente de temperatura, sudando mucho más para liberar este calor restante y perdiendo así más líquido, en muchos casos sin darnos cuenta apenas, ya que la sensación de sed tarda en aparecer y, como sabemos, una vez aparece la necesidad de hidratarse es mal síntoma ya que significa que hemos comenzado levemente a deshidratarnos.

Muchos alumnos me tacharán de pesado, jeje, pero en mis sesiones de spinning recomiendo y prácticamente “obligo” hidratarse cada pocos minutos, sin tener que ser cantidades grandes con el objetivo de evitar la aparición de la sensación de sed.

En cuanto a mis entrenamientos, ayer martes dí una clase de spinning (45’) y a continuación 30’ de elíptica + 10’ de run en la cinta a ritmo bajo (6’/km) probando la pierna, que todavía molesta.
Hoy miércoles una buena machacada sobre la bici estática acumulando 2h15’ seguidas (2 clases de spinning + 45’ en la Keiser M3 a una media de 180w y 85 rpm), terminando lógicamente con los cuádriceps algo cargados. Después 20’ de entrenamiento muscular en circuito para redondear el día.