El
sábado 22 de noviembre tuvo lugar la 2ª edición de la Ultra Trail Collserola,
con sus respectivas carreras en diferentes distancias (23 kms, 45 kms y 80
kms). En la pasada edición, con salida y llegada en Can Caralleu, participé en
la corta, quedando en 7ª posición de la general, por lo que este año, con más
kilómetros en las piernas, veía ideal pasar al siguiente "nivel", así
que me inscribí en la Mitja Volta de 45 kms y casi 1700m d+.
Para
esta edición se cambió el emplazamiento de salida y llegada de las carreras,
quedando situado en el CEM Les Moreres, de Esplugues de Llobregat. Un ligero
cambio que apenas afectaría a los recorridos, muy similares a los del año
pasado.
A las
8:30am se dio la salida de la Mitja Volta, contando con un total de casi 500
participantes que estábamos dispuestos a disfrutar, a la vez que sufrir, por el
Parc Natural de Collserola, a lo largo de los 45 kms de carrera, sin unos
desniveles exagerados, lo que la hacía a priori rápida.
La idea
de la organización de hacer una carrera en semi-autosuficiéncia, poniendo solo
3 avituallamientos durante el recorrido la encontré muy acertada, ya que así se
preservaba la integridad del parque, a la vez de que obligaba a los corredores
a dosificarse bien los alimentos y líquidos y buscar una estrategia de carrera
para llegar con garantías al final.
Tras el
pistoletazo de salida, un pequeño grupo de 6 corredores ya vamos marcando
distancia y abriendo un pequeño hueco con el resto. A la cabeza de este grupo estaban
Emilio Fernández y Alejandro Martínez, que a la postre se llevarían los dos
primeros cajones del podio.
Comenzando
ya la subida casi hasta Plaça Mireia, el grupo se desintegra, los dos primeros
marchan, y nos quedamos solos en 3ª y 4ª
posición Ferrán Mascaró y yo, que seguíamos abriendo distancia con los demás
corredores.
Llegados
al primer avituallamiento y punto de control, el km 8'8, en Santa Creu
d'Olorda, paso en 3ª posición, con 41'45'' de carrera, seguido immediatamente
del 4º, Ferrán, y a casi 3' de los dos primeros. Por detrás, el 5º venía a casi
1'30'' de diferencia.
Coronada
Santa Creu d'Olorda, empieza un largo descenso, combinando pista y sendero, en
dirección hacia Molins de Rei, de unos 4 kms, momento en el cual sale a relucir
una de mis carencias en el trail run, la técnica en bajada, y me quedo un poco
descolgado, en 4ª posición, sin poder ya recuperar esa distancia respecto a l
3º, que bajaba sobradamente mejor que yo.
Del km
15 hasta el 22'2, segundo avituallamiento y punto de control, ubicado en la
Salut del Papiol, el terreno volvía a ganar altura y afrontábamos el segundo
bloque de ascenso de la carrera. De momento el cuerpo respondía bien y pasé el
control de chip en 1h46', a poco más de 1 minuto del 3er clasificado y a 9 de
los dos primeros, que jugaban en otra liga en esos momentos.
Del km
22 al 31, una fuerte bajada técnica inicial para seguir luego por un auténtico
terreno rompepiernas, muy pìstero, en el que comencé a tener ya los primeros
problemas musculares de la jornada en forma de calambres en los gemelos y
adductores (Seguramente la falta de tiradas largas en montaña de estas últimas
semanas han tenido mucho que ver). Paso algunos momentos duros anímicamente, ya
que veo que aunque quiero no puedo forzar más, y veo como la posibilidad de
hacer podio se escapa, aunque realmente esto no es lo más importante.
Comenzando
ya el último tercio de la carrera, en el km 31, coincidiendo con el inicio de
la subida hacia Santa María de Vallvidriera, me sobrepasa un corredor, Juan
Castillo, que llevaba un ritmo muy bueno, de menos a más, siendo incapaz de
poder seguirle y teniendo que continuar parte del inicio de la subida
caminando, con lo que paso a ocupar la 5ª posición.
Superada
esta última subida larga desde el 31 al
34, llegan 3kms más de descenso y alcanzamos el 3er punto de control y
avituallamiento, ubicado una vez pasado el Pantano de Vallvidriera, en el km
37'5, que lo paso en 3h25' de carrera, a 4 minutos del 4º, que había abierto
bastante hueco conmigo, y a casi 10 minutos del 2º y 3er clasificado, que
prácticamente iban juntos.
Quedaban
unos 7 kms para llegar a meta y las fuerzas, o mejor dicho las piernas, ya no respondían como me hubiese gustado, así
que tocaba tirar de cabeza y administrar bien la distancia que mantenía
respecto a los perseguidores, que en ese momento la desconocía. Pero la cosa no
acababa aquí...Un último tramo más bien llano, con ligera tendencia a bajar
(desde Santa María de Vallvidriera hasta el Turó d'en Cors), y llegaba la
guinda del pastel, con la subida a Sant Pere Màrtir por la pista ancha, que en
un día de entreno lo subes bien, pero que en un día de competición, y tras más
de 40 kms a las espaldas, parace que
necesites las cuerdas, los arneses y los crampones para poder llegar arriba...
Superado
este último escollo, una bajada de un km por trialera muy técnica y llegamos al
tramo de asfalto final, de casi dos kms, para entrar de nuevo en Esplugues
y cruzar la meta en 4h10'17'' en 5ª
posición, un resultado a priori que pretendía mejorar , pero que vista la
carrera y el nivel que había por delante ya doy por bueno.
Cruzando la meta
Y todavía con buena cara...
No quisiera acabar esta crónica sin felicitar a la excelente organización y a todos los voluntarios que, ya no solo en esta carrera, sino en todas las de montaña, con su altruísta aportación hacen que estos eventos sean posibles.
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