En esta edición no llegaba en las mejores condiciones posibles para disputar los puestos delanteros, ya que dos días antes de la carrera había hecho un duro entreno de 4 horas por Montserrat, combinando trail, subidas vertiginosas, grimpadas, cuerdas... por lo que anímicamente estaba pletórico, pero físicamente no valía "cuatro duros".
A pesar del cansancio, el simple hecho de llevar un dorsal en la camiseta te "obliga" a salir fuerte,así que al menos lo intenté durante los primeros kilómetros y aguanté bien, muy cerca del grupo de cabeza, de unas 5 unidades, hasta que en el km 4 tuve una caída por un tropezón en una piedra, provocándome una herida en la mano y la consecuente pérdida de ritmo y bajón moral, así que ahí, antes de iniciar la subida a la Creu Aragall, el primer pico de los cinco, decidí tomármelo con más calma y hacer un buen entreno de calidad, pero sin dejar de apretar del todo. Coronando la Creu, sobre el km 8,5 estaría rondando aproximadamente la 10ª posición. En apenas dos kilómetros coroné el segundo pico, la Roca Foradada, para iniciar luego un descenso de unos 3 kms en el que hubo unos instantes en los que me perdí junto a otro corredor y tuvimos que recular, siendo alcanzados por otro grupo que venía por detrás.
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Coronando la Creu Aragall
Íbamos por el km 13,5 y comenzábamos la tercera subida fuerte del recorrido, el Forrellac (km 15),y acto seguido, tras una corta bajada, enganchábamos con el cuarto pico y más alto de todos, el Puig de les Agulles (696m altitud), en el km 16.
Dura subida hacia el Puig de les Agulles
3'5 kms de exigente bajada nos esperaban ahora, comenzando por una trialera bastante técnica, seguida luego por un tramo largo en una riera, con muchísimas piedras, lo que me hizo bajar el ritmo y ser muy cauto, ya que anteriormente había sufrido una pequeña torcedura de tobillo y no las tenía todas conmigo para arriesgar más. Así que aquí fuí superado por muchos corredores, calculo que unos 10-12 aprox, quedándome en esos momentos muy por detrás del top-20 de la general.
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Llegando a Sant Ponç
Terminando este largo tramo de descenso, llegamos a Sant Ponç (km 19'5), donde está ubicado el último avituallamiento y ya me quedaba solo afrontar la última subida, el Puig Montmany (km 23,6), en donde recuperé muchas posiciones ya que estaba "relativamente fresco".
Descenso final de poco más de 2'5 kms y cruzo meta en 2h19'22'' tras los 26 kms y 1250m d+.
Sabor agridulce, ya que no he podido rendir al 100% pero muy contento por haber mantenido el tipo pese a la fatiga que llevaba y las condiciones en las que corrí, incluyendo la caída y la torcedura de tobillo.
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En cuanto a la organización, un sobresaliente. Excelentes voluntarios que te animaban en cada paso de control o avituallamiento. Un recorrido muy atractivo. Una zona de meta muy bien montada. Y sobretodo ningún problema a la hora de movilizar a casi 1000 corredores! Un número de participantes muy difícil de ver en la gran mayoría de las carreras de montaña.
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