El domingo 2
de febrero participé en la 2ª Mitja Marató de l’Eramprunyà, una carrera de
montaña con un recorrido de algo más de 22 kms y 800m d+, que discurría por la
zona del Garraf, mi lugar habitual de entrenamiento, por lo que puedo decir
aquello de que “corría en casa”…
Con unos 200
inscritos en la línea de salida, ubicada en la Plaça Balmes (Ayuntamiento de
Gavà), se dio la salida a las 9.30 en una despejada pero fría mañana, aunque
las ya primeras rampas se encargaron de hacernos entrar rápidamente en calor.
Los primeros
7 kms eran donde acumulábamos casi todo el desnivel, ya que íbamos desde Gavà
centro hasta la Sentiu, y una vez llegados a Can Llong nos desviábamos a la
derecha para continuar por la dura y exigente subida hacia el Castell de l’Eramprunyà
(GR-92), pasando por Bruguers. Ya desde el inicio, y durante todo este primer
tramo, nos distanciamos un grupo de 5 corredores que fuimos abriendo hueco con
el resto y entre los que nos disputaríamos el podio final.
Llegados al
castillo, teníamos un corto descenso para volver a encarar la última subida
fuerte que nos dejaría en la Desfeta, sobre el km 7, y en donde ya nos
estiramos más este grupo delantero, distanciándose mucho el primer corredor,
Joan Vilana, que habría la carrera a un ritmo muy fuerte. Coronada la Desfeta,
a poco más de 500m de altitud, iniciamos un rápido descenso técnico hasta
llegar a la Creu de la Clota, en mi caso en 5ª posición, perdiendo la
referancia visual de los 3 primeros y a pocos metros del 4º, Roman Kessler.
A partir de
este punto, el km 8 aprox, estaríamos corriendo por una zona de continuos
repechos por tramos de pista y algún sendero fácil, hasta encarar de nuevo otra subida, sin mucha
pendiente pero con mucha roca suelta (es lo que tiene principalmente el Garraf)
para coronar un pequeño pico y luego afrontar el último ascenso de la carrera,
que sería el Puig de les Agulles, sobre el km 15, en donde seguía manteniendo
la 5ª posición, sin nadie detrás y corriendo a la estela del 4º clasificado
pero también con referencias visuales del 2º y 3º.
En este punto
de la carrera comienza la bajada más técnica y larga de la competición. El
“Fondo del Celler” o la “Pota negra” como también la conocemos los que solemos
correr por la zona. Un descenso resiguiendo el perfil de un barranco, con mucha
piedra suelta y en donde decido jugármela para avanzar posiciones. Son un total
de unos 4 kms de bajada, con un pequeño descanso a mitad al llegar a la pista
del Purgatorio. Los primeros casi 2 kms los hago enganchado a Roman Kessler con
muy buenas sensaciones, pisando con seguridad e incluso adelantamos una
posición los dos ya que el 3er clasificado sufre una torcedura de tobillo al
pisar mal. En el corto descanso que hay al finalizar la primera parte de este
descenso es cuando hago un cambio de ritmo, aprovechando que el 3er clasificado
(Roman) se había parado en el avituallamiento (yo iba con bidón-riñonera) y me
voy en solitario arriesgando más, en estos últimos 2 kms y pico de bajada
técnica. Veo que voy abriendo un importante hueco por detrás, pero lo que no me
imaginaba es que doy alcance al 2º clasificado en ese momento (Óscar Luque, 2º
clasificado el 2013 en la Marxa de las X Ermites 50kms), justo antes de
terminar el descenso.
A partir de
aquí quedarían los últimos 3kms de carrera, en donde apreto más y sigo abriendo
hueco con el 3er clasificado, pasando primero por la urbanización de la Sentiu
y después volviéndonos a adentrar por bosque hasta llegar al Parc del Mil·leni,
en donde veo al 1er clasificado relativamente cerca pero ya inalcanzable en
esos últimos metros.
Finalmente
cruzo la línea de meta en 2ª posición (1h55'33''), a poco más de 30'' del
ganador. Pero acabo muy satisfecho de la progresión que he llevado durante la
carrera, corriendo de menos a más, pero sobretodo muy contento de haber hecho
toda la bajada técnica del recorrido prácticamente sin errores, con mucha
confianza, venciendo así a uno de mis puntos débiles del Trail Run (los
descensos técnicos).
Clasificaciones
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