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viernes, 1 de mayo de 2015

Long Trail Barcelona (UTBCN): 70 kms y 2750m+

Viernes 24 de abril. Ya se respira ambiente trail por Garraf y especialmente en Begues. Al mediodía nos citan a unos cuantos corredores para entrevistarnos y poder incluirnos en el vídeo del evento. En mi caso voy junto a Djanina, Xènia, Annie y Terry Conway. Excelentes personas y muy buenos corredores.
  
Sábado 25 de abril. Todo listo para dar una "vuelta" por el patio de casa en el que suelo entrenar. Al igual que la edición del año pasado, me decanto por la Long Trail BCN (70 kms y 2750m+), ya que al haber hecho en febrero la Ultratrail del Montnegre-Corredor no me quería cargar de muchos más kilómetros las piernas haciendo la Ultra Trail BCN (100 kms y 4500m+), y más sabiendo que todavía este año tengo pendiente dos ultras más.

Aparentemente las sensaciones físicas son buenas, los entrenamientos los he ido completando bastante bien y afrontaba esta carrera con muchas ganas e ilusión por hacerlo bien y así seguir sumando puntos para la Catalonia Ultra Cup.

Con el pistoletazo de salida a las 8:00am desde el centro de Begues, salimos en cabeza un grupo de unos 8 corredores, encarando la pista que sube hacia les Agulles, en el km 4. Allí ya hemos roto un poco el grupo y tras un rápido y técnico descenso hacia la Clota (km 5), cogemos el sendero que nos llevaría hacia el inicio de la subida a la Morella (km 9), que la coronamos llevando  46 minutos de carrera. Al imponer un ritmo alto mientras nos íbamos intercambiando posiciones en cabeza, al llegar a este punto nos quedamos ya solo un cuarteto formado por Óscar Luque, Isaac Torija, otro corredor y yo, manteniéndonos juntos hasta llegar al primer avituallamiento, el de les Burigues (km 15), aventajando en 2 minutos  a nuestros inmediatos perseguidores.

Hasta aquí todo iba genial. Buen ritmo de carrera, quizá un poco alto, consciente de que tarde o temprano lo tendría que bajar , pero nada más fuera de lo habitual. Tras una subida un tanto exigente, Óscar decide cambiar un poco el ritmo y subir otra marcha, dando muestras del excelente estado de forma en el que se encuentra y el gran nivel que tiene, siendo acompañado por el otro corredor, mientras que Isaac y yo nos quedamos unos metros descolgados. Al poco rato intento forzar un poco para que no se nos escapen demasiado y empiezo a notar amagos de calambres en las piernas. Ufff, y no llevaba ni 20 kms de carrera! Me supera Isaac con su buena técnica en bajada, encarando el descenso hacia Corral Nou,  y me dice que le siga, pero ya veo que va a ser imposible. Las piernas no me responden como desearía y los adductores empiezan a cargarse. Hasta aquí, km 20 aproximadamente, acaba mi ultra en "modo competitivo" y empieza mi ultra en "modo supervivencia". Toca hacerse duro de coco y resistir las embestidas que me iban a llegar, que ya me las veía venir, e intentar mantener una buena posición en carrera.
Junto a Isaac Torija, sobre el km 16, ocupando en ese momento la 3ª posición, y a pocos minutos de que comenzaran mis problemas musculares.

Muchas veces los planes no salen como uno desea y hoy era el día. En principio, pese a hidratarme correctamente con sales (sodio, magnesio, potasio,...) y agua... y comer cuando tocaba, la elevada humedad ese día en el Garraf hicieron estragos en mí (y en muchos otros corredores).
Llegado al segundo avituallamiento, ya en solitario, en 5ª posición, y en tierra de nadie (los cuatro primeros habían abierto un hueco de varios minutos, pero por detrás venían, de menos a más, gente muy fuerte como Sergio Montes , a la postre, vencedor de la carrera), encaro la riera hacia Vallgrassa con la posterior dura y muy exigente subida hacia el Pla de Querol y sus simpáticas piedras "garrafencas" que te destrozan la planta del pie. El ritmo aquí ya lo he tenido que bajar mucho para ir gestionando los calambres musculares sin tener que pararme a caminar.

Por fin acabo la tortura del Pla de Querol y ahora toca un largo tramo de asfalto en bajada, desviándonos luego por el sendero GR-92 que nos dejaría en el tercer avitullamiento a pie de playa del pueblo de Garraf (km 33). Un par de minutos parado allí para beber, comer y rellenar depósitos, mientras me encontraba en 7a posición (ya había perdido un par de posiciones entre el anterior avituallamiento y este).
Salgo de la playa de Garraf y me dirijo de nuevo hacia las montañas por el GR-92 en dirección a Can Lluçà, con un tramo de fuerte pendiente al principio, hasta pasar por el Castellet de Garraf, y después algo más mantenido hasta llegar a Can Lluçà, pero a falta de menos de un kilómetro para alcanzar ese punto, justo cuando estaba adelantando a un grupito de corredores que hacían la Ultra de 100kms, un pequeño salto hacia una roca para superarlos hace que me quede totalmente contracturado de piernas. Imposible moverme, imposible estirar... Me tumbo en el suelo, estirado, intento relajarme, respirando pausadamente y parece ser que tras unos minutos, que se me hacen eternos, los calambres se minimizan y puedo continuar la marcha caminando inicialmente y luego trotando, pero ya muy tocado física y moralmente.
En ese punto vi más claro todavía que esa mañana sería un día muy duro en la "oficina".

El siguiente avituallamiento y punto de control estaba en la espectacular Ermita de la Trinitat, en el km 46, a la que accedíamos por una subida bastante entretenida en continuo zig-zag. Allí, tras los 3 minutos de parada obligatoria y alguno más que me regalé para recuperarme un poco, atacamos los últimos 25 kms en los cuales todavía teníamos que superar unos 1000m de desnivel positivo, con el plato fuerte del ascenso a la Mola, en Olesa de Bonesvalls. Pero antes de llegar ahí, lejos de recuperarme, los calambres musculares, sobretodo en los gemelos, en los psoas y en los dorsales, se acentuaron e hicieron incluso que en muchos tramos ya ni en bajada pudiera correr.
Cuando llegaban tramos técnicos con mucha piedra y roca, no tenía otra opción que caminar, ya que levantar las piernas para no tropezarme corriendo se me hacía prácticamente imposible.
Antes de iniciar el ascenso a la Mola, me tomo un par de minutos de descanso en el penúltimo avituallamiento. El cuerpo y las piernas me lo pedían. Al salir de él puedo correr un buen rato, por la pista que nos llevaba al inicio de la subida a este pico, pero solo fue un espejismo, ya que de nuevo los calambres aparecieron.
Me tomo la subida con calma y la bajada como un auténtico calvario. Un descenso muy técnico en el que debido a mi estado prácticamente no podía correr, así que a caminar tocaba y ahí también fuí superado por un par más de corredores.

Tras el último avituallamiento, en Can Grau, ya "solo" quedaban 5 kms hasta meta, todos por pista, con tendencia a bajar, para ir aproximándonos de nuevo a Begues. Se me hicieron eternos! Sin poder apenas alargar zancada, y parándome a estirar y caminar continuamente.
Finalmente, y tras mucho sufrimiento físico, encaro la línea de meta en la Rambla de Begues y la cruzo en 8h05' (más de una hora por encima de lo previsto, y 15 minutos más que el año pasado), ocupando la 13ª posición en la clasificación final.
Tras cruzar la meta, con la cara desencajada después de tanto sufrimiento. Eso sí, la sonrisa no la pierdo, ya que estoy haciendo lo que más me gusta.

Ahora toca analizar todos los factores que provocaron este probable desequilibrio en los electrolitos y minerales que me ocasionaron tantos calambres musculares. Como dato curioso, seguí la exactamente la misma pauta que en la Ultra del Montnegre-Corredor, en donde no tuve ni un solo problema físico en los 105 kms de carrera. Eso sí, allí estábamos a unos 5º de temperatura y con poca humedad, mientras que este sábado en Garraf la temperatura media estaba en unos 17º y hacía mucha humedad.
Nada más, solo me queda felicitar y dar la enhorabuena a toda la organización y voluntarios de la UTBCN, que celebraba su 5ª edición, ya que una vez más han demostrado que viven con pasión esto y nos lo contagian al resto de corredores.

Clasificaciones: http://www.runedia.com/cursa/20153195/ltbcn-long-trail-de-barcelona/2015/

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