El pasado domingo 19 de mayo participé por 5ª vez
consecutiva (no he fallado en ninguna de sus ediciones) en el Half Challenge
Barcelona Costa del Maresme, con la particularidad de que este año era el
Campeonato de Europa de Triatlón de Media Distancia, contando con la presencia
de triatletas de la talla de Gómez Noya, Chris McCormack, Martin Jensen,
Camilla Pedersen y un largo etcétera…
La idea inicialmente era disputar la prueba en categoría
Open, pero gracias a una oportunidad de última hora pude inscribirme en el
Campeonato de Europa, dentro de mi grupo de edad (30-34 años).
El sábado nos desplazamos hasta Calella toda la
expedición del i3 Triathlon, con un total de 18 miembros del equipo que
participábamos, 8 de ellos debutantes en la distancia.
El domingo a las 7:00 de la mañana se dio la salida de la
primera manga (élite masculina) y cada 3 minutos salía la siguiente. A las 7:09
se dio la mía, en donde estábamos todos los grupos de edad del europeo, un
total de casi 400 participantes.
Como en otras ocasiones, salgo desde primera fila,
consciente de que así podré nadar bien apretando un poco los 200 metros
iniciales hasta llegar a la primera boya de giro.
Las condiciones del agua no eran las más idóneas para
nadar bien, ya que estaba algo fresca, unos 15º-16º, pero sobretodo porque
había un molesto mar de fondo que no te dejaba nadar fluído y en ocasiones
hasta te desorientaba al no visualizar bien las boyas.
Aún y así, mantuve un ritmo no muy forzado y salí del
agua en 30’31’’ en los algo más de 1900m.
Transición en 3’13’’ y corriendo hacia la bici con algún
amago de rampas en los isquios. Al salir de la zona de boxes y pasar la línea
de montaje intento meter los pies dentro de las zapatillas que estaban
previamente enganchadas a los pedales pero veo que me es imposible ya que
cuando lo intento se me enrampan los isquios de las dos piernas, por lo que no
me queda otra que parame, bajarme de la bici, estirar unos instantes y calzarme
las zapatillas con la mano, no sin problemas, para luego subirme a la bici y
enganchar de nuevo las calas. Con esto, entre una cosa y otra, perdí
aproximadamente un par de minutos que me dieron mucha rabia ya que había salido
bien del agua.
Una de las novedades este año era el nuevo circuito de 90
kms de bici. Duro y exigente para evitar así el drafting y hacerlo más
espectacular, ya que teníamos tres subidas: Collsacreu (por el que pasábamos a
la ida en un sentido, y a la vuelta en el otro), de unos 4 kms de longitud y el
Montseny, la ascensión más dura del circuito, con 6 kms al 5-6% de media. En
total acumulábamos unos 1200m de desnivel positivo, siendo los primeros 42 kms
básicamente en subida y el resto en descenso.
Como ya me conocía el circuito de la otra ocasión que lo
hicimos durante el Stage de Semana Santa con el club, sabía que sería
importante regularse en las subidas, sobretodo en la del Montseny y a nivel
general en toda la primera mitad del circuito, y así lo hice.
Llegado al punto más alto del recorrido ciclista (el
pueblo del Montseny) inicio el descenso de 3 kms muy técnico y revirado,
tratando de controlar bien la cabra, que no se presta mucho a este tipo de
terrenos, y pasado este tramo tenemos por delante un buen puñado de kms en
ligero descenso entre las localidades de Santa María y San Esteve de
Palautordera. Los kms pasan muy rápidos y sin darme casi cuenta ya estoy
subiendo de nuevo Collsacreu por la vertiente que lo había bajado antes. Una
vez coronado solo quedaban por delante unos 15 kms cómodos, pasando por Arenys
de Munt y San Pol de Mar, hasta llegar a Calella y completar así los 90 kms en
2h53’02’’, sin haberme exprimido mucho pero aún y así con las piernas algo
cargadas, intuyendo que la carrera a pie no sería fácil.
Segunda transición en 1’03’’, colocándome los calcetines
y las bambas pero sin coger el Garmin Forerunner ya que no me apetecía ir
pendiente del ritmo y prefería correr por sensaciones, que no eran buenas del
todo.
El circuito de carrera a pie constaba de dos vueltas de
casi 10 kms cada una, con un tramo de enlace de 1’5kms. He de reconocer que ha
sido todo un acierto por parte de la organización cambiar el recorrido a pie
respecto a las ediciones anteriores. En esta ocasión era mucho más urbano y con
más gente animando, y eso se agradece, sobretodo cuando vas más tocado.
Al iniciar el sector a pie tengo un poco enrampados los
vastos internos de ambas piernas, pero eso no me preocupa demasiado ya que
generalmente siempre me pasa en triatlones de media-larga distancia y a los
pocos minutos desaparecen. Era consciente que la carrera a pie debía ser mi
punto fuerte en esta competición si quería quedar bien posicionado en mi grupo
de edad e incluso luchar por el podio del Campeonato de Europa. Me bajé
aproximadamente el 9º de un total de 41, sabedor de que podía hacer una
remontada como la del año pasado en esta misma prueba, en la que me bajé 8º de
la bici y terminé en el podio como 2º del grupo de edad 30-34.
Pero en esta ocasión las sensaciones no eran las mismas.
Dejé pasar los primeros kms a ver si mejoraban, pero mantener un ritmo
aproximado de 3’50/km ya veía que me sería imposible. Se me cargaban los
adductores, los cuádriceps, los isquios… La primera vuelta la solventé más o
menos bien teniendo en cuenta cómo me encontraba, calculo que a un ritmo medio
de 4’/km, pero al poco de iniciar la segunda, sobre el km 12 se me puso en
marcha el “modo zombi” y ya no conseguí encadenar una zancada tras otra en
condiciones. El ritmo bajó considerablemente y ya tenía suficiente con
mantenerlo a 4’20-4’30 hasta el km 16 y a partir de ahí hasta el final a unos
5’/km, siendo rebasado por muchos triatletas con vuelta perdida y a los que ya
había pasado antes.
De todas formas, los metros finales los disfruté gracias
a los ánimos de todos los supporters del i3 que fueron a animarnos y completé
este último sector de media maratón en 1h35’08’’ (mi previsión era de 1h23’!!)
y crucé el arco de meta con un tiempo final de 5h02’58’’, el 131 de la general
(de unos 2000 triatletas) y el 16º en mi grupo de edad del campeonato de Europa
(de un total de 41).
Analizando luego los posible motivos por los que no
obtuve el rendimiento adecuado (o mejor dicho, el esperado) te das cuenta de
que en la media-larga distancia cada día es un mundo y aunque crees que tienes
todo bajo control hay muchos factores que se te escapan.
Probablemente uno de los puntos en los que fallé fue uno
de los más claves: la alimentación. Durante todo el sector de bici fui tomando
cada 30’ unos pequeños “chupetines” de BCAA (aminoácidos ramificados), sin
prestar tanta atención a los carbohidratos, pensando que la buena sobrecarga
que había hecho los días previos haría su efecto. Únicamente comí en la bici
medio plátano y una barrita energética entera. Eso sí, hidratarme sí que lo
hice bien, tanto con agua como con isotónica. Es probable que la baja ingesta
de carbohidratos durante la bici fuera la causante del bajo rendimiento en
carrera…
En resúmen, satisfecho de haber completado mi 5º Half Challenge y más todavía teniendo en cuanta que los 18 integrantes del i3 Triathlon fuimos FINISHERS, en especial a Iván, Martí, Fran, Guillermo, Jaume y las Trinenas (Mire, Emi, Bea, Tatiana, Geni y Flor) a los que llevo la preparación y me demustran día a día que con GANAS e ILUSIÓN se puede conseguir TODO (aunque tengas más de 40 años y una familia con hijos a la que mantener, eh que sí Tris??? Jeje)
2 comentarios:
Qué buena crónica! me alegra que pese a no igualar el resultado del año pasado el balance que hagas sea tan bueno. Corrigiendo detalles como lo de la alimentación que comentas u otras posibles causas que ya en frío vayas valorando conseguirás geniales resultados seguro, eres una fuerza de la naturaleza! y me alegro muchísimo por el resto de compañeros, menudo equipazo!
Gracias Celina! De los errores se aprende y espero que no me pase lo mismo en el IM zurich, ya que si no la maratón puede ser un calvario, jajaja
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